martes, septiembre 26, 2006

El anti yo

Cuando Dios, ocioso y aburrido de jugar solitario se le ocurrió hacer un choque entre materia y antimateria, cuarks y antikuarks, no supo que de la explosión saldría un anti Dios, que está en el subterráneo del universo bajo el rosario que escala el cielo por el eje negativo. Cuando chocaron estos opuesto quedo la embarrada en el cielo, y bajaron con sus trompetas los ángeles celebrándole a la materia su victoria, era mayoría, de aquí nace la democracia como lógica. Cuando la tierra comenzó a rotar por el astro rey, la anti tierra se refugio en la tierra oscura, invisible e infrarroja y de allí parecida a un espejo, imitó los actos que vienen desde el cielo. La leyenda nos dice que estos antagónicos elementos chocarán, y que la energía se perderá, la materia también y la nada será la nada verdadera, casta, pura, impura y no casta. Lo que sí yo creo, que siendo infinita esta rotativa, me encontraré con alguien como yo, pero de la manera anti. Lo veré, y quedaré ciego con sus ojos, lo escuchare, y quedare sordo de los oídos, me tocará, y yo me desintegraré con cada contacto que me propine. Pero yo también seré su anti yo, y lo mirare y etc... Seremos insoportables, imposibles, intolerantes... Hoy en este mundo, han desembarcado algunos antis, y están destruyendo nuestro hogar sin que lo sepamos, desforestan bosques, abren el ozono con unas sogas gruesas como las trenzas de Dios, calientan la atmósfera, asesinan lo cotidiano y elemental...
Sobre estos prismas, se posan los antagónicos personajes haciendo justicia con su religión, como cada persona que milita por un dios, el de arriba y el de abajo son parecidos, y se pelean. Yo iré hacia la anti tierra, contra mi anti yo, ya nos hemos visto las caras y ambos perdimos la vista, a lo mejor el otro se quedo en la tierra, mientras yo escribo esto en mi blog que, perfectamente, sería un anti blog.

sábado, septiembre 23, 2006

Oda al príncipe

Valiente príncipe
De corazón acaudalado y dichoso
De lágrimas brutas,
Grosero caminante, escudo inflexionado.
Tú, poder de meteoro, alas de pegaso,
Vigor del fénix que revive cuando se descompensa,
Espada como el cuerno del unicornio...
Líbranos de este mal encarnado en un monstruo
Con sangre helada y canto desafinado,
Niebla oscura, escamas ladeadas hacia las
Imperfectas tinieblas, líbranos y acógenos sobre tu pecho
Voluptuoso, se, una montaña de esperanza y un río de
Alegría, se, el valiente que salve a las ninfas...
No te dejes comer por el dragón
Que ronda mi parque imaginario...