lunes, agosto 21, 2006
lunes, agosto 14, 2006
Purgatorio
sE ALINEAN EN SIMULADO SOLSTICIO
LAS LUNAS COMPRENDIDAS EN EL ESTE, OESTE,NORTE,SUR
LOS SOLES SE UNEN EN UNA ESPIRAL DE BOTONES DE FUEGO
Y VEO UNA MANO QUE SUJETA EL TRIDENTE DE SOLES REVOLTOSOS,
LA ESPIRAL SE HACE INFINITA CON EL CANTO DE LAS NINFAS
Y DEL CIELO RASGADO CON UÑAS DE ORO, HECHO TIRAS DE PAPEL
COMO UN FONDO DE NEGRA CARTULINA, DECIENDEN MONTAÑAS DE SONDAS
QUE VUELAN COMO EL ALIENTO. TODAS LLEVAN SUJETAS UNA ANTORCHA
DE LUZ, UN RELÁMPAGO EN SU INTERIOR, UNA FORMACIÓN DE OLAS
MAJESTUOSAS, UN CANDELABRO DE LUZ FULGENTE, UNOS OJOS CIEGOS.
SE DISPERSAN POR EL UNIVERSO, Y UNA NIEBLA COMO CARRUSEL SE COME LA
TIERRA, Y BEBE TODOS SUS MARES.
eNTRAMOS EN UN PRISMA PERFECTO QUE EL VIENTO MECE APACIBLE
EL TRIDENTE ES PRÓXIMO, LACERA LAS INFORTUNADAS INTELIGENCIAS
DEL EX MUNDO, DISCRIMINA Y CALIFICA TODOS LOS ACTOS, PERO SABE
QUE TODOS SON JUSTIFICABLES Y QUE TRASCIENDEN COMO LA INMORTALIDAD
DEL TIEMPO, QUE RECONSTRUYE LO INMOVIBLE Y EL MOVIMIENTO DE LAS COSAS.
ENTONCES LOS SOLES SE DESACOPLAN, LOS CIELOS SE REGENERAN CERRANDO
LA DIMENSIÓN QUE ESTA DETRAS DE ELLOS, Y LAS INTELIGENCIAS SE LANZAN
AL VACÍO VERTIGINOSO QUE AGUARDA EN LAS AFUERAS DEL PRISMA, BAJAMOS
DEL CUADRADO HACIA LA NIEBLA QUE SE COME LA TIERRA.
nOS DEVUELVEN MARES Y DÍAS, REHACEMOS EL ORBE, CONSTRUIMOS el mundo,
VOLVIMOS A CASA, NOS QUEDAMOS EN NINGÚN LUGAr.
miércoles, agosto 09, 2006
Sin título
Basado en una historia casi real.
La vida se le convertía en largas imploraciones de cielos, astros, lunas y una bóveda de estrellas presas en un rompecabezas hebreo. La palabra la utilizaba poco, hablaba con su guitarra, con un arpegio que silenciaba la palabra de los otros. Siempre sonreía. Su sonrisa era una máscara, sonreía por costumbre, saludaba con gracia y con un gentil gesto, creí ver en él una mueca contenta con todo y simultáneamente una dimensión que debajo de la mueca esperaba ajena a este mundo, a este globo lleno de mística ligera, de tesoros ocultos, de mundos paralelos en el mismo plano. A lo mejor, dentro de esta sociedad motorizada por el dinero perdimos lo que nos quedó de animales, lo que en cierto modo nos unificaba dentro de un todo. Somos en esencia singulares, amargamente o amadamente solitarios, y el banderín de la competencia nos silencia el alma, y el alma la vomitamos constante, y el alma nos incomoda y es una huevada inútil. Tal vez quiso pedir una mano que le extendiera ayuda, un sentimiento o sentir que éramos como él, de hueso, pero cuando lo hacía notaba que el frío fragante imperaba nuestros corazones y supimos que somos igual a él, pero que aceptamos no serlo y ser inverso a nuestra naturaleza. Optó por la muerte, pero la vida le dio otra oportunidad para vivir, y rondaba un jardín de alegría en su corazón. Le dijeron que 18 años de vida era muy poco, él pensó que era mucho. Miró al cielo, por instantes el silencio le convenció. Al final se dio cuenta que después de la muerte hay otra vida, prefirió esta, para no comenzar una nueva. Yo no escogí, he querido sumergir la otra en la nada.
La vida se le convertía en largas imploraciones de cielos, astros, lunas y una bóveda de estrellas presas en un rompecabezas hebreo. La palabra la utilizaba poco, hablaba con su guitarra, con un arpegio que silenciaba la palabra de los otros. Siempre sonreía. Su sonrisa era una máscara, sonreía por costumbre, saludaba con gracia y con un gentil gesto, creí ver en él una mueca contenta con todo y simultáneamente una dimensión que debajo de la mueca esperaba ajena a este mundo, a este globo lleno de mística ligera, de tesoros ocultos, de mundos paralelos en el mismo plano. A lo mejor, dentro de esta sociedad motorizada por el dinero perdimos lo que nos quedó de animales, lo que en cierto modo nos unificaba dentro de un todo. Somos en esencia singulares, amargamente o amadamente solitarios, y el banderín de la competencia nos silencia el alma, y el alma la vomitamos constante, y el alma nos incomoda y es una huevada inútil. Tal vez quiso pedir una mano que le extendiera ayuda, un sentimiento o sentir que éramos como él, de hueso, pero cuando lo hacía notaba que el frío fragante imperaba nuestros corazones y supimos que somos igual a él, pero que aceptamos no serlo y ser inverso a nuestra naturaleza. Optó por la muerte, pero la vida le dio otra oportunidad para vivir, y rondaba un jardín de alegría en su corazón. Le dijeron que 18 años de vida era muy poco, él pensó que era mucho. Miró al cielo, por instantes el silencio le convenció. Al final se dio cuenta que después de la muerte hay otra vida, prefirió esta, para no comenzar una nueva. Yo no escogí, he querido sumergir la otra en la nada.
martes, agosto 01, 2006
La última mujer de nieve
En este esquema nublado y baile sincronizado
las llaga de mi estómago se aprietan en discontinua sublevación
tarareando secretos que aguardan en el artificio de tu pupila .
Mis manos retumban en tu vientre, y sus sábanas languidecen el
viento que mece el fuego temperamental, azotando mi tímido pecho y
la trasparencia del nylon que se recorta de mis ojos.
Eres como una diosa tranquila, vestida con trapos retorcidos
en el páramo norte-sur, y una mujer repleta de perlas ahuecadas,
cóncavas y esferas perfectas que delinean tu fino contorno, tus
gruesas pestañas como espinas de rosas. Helada, tu mano que destripa
corazones y tu hueste de alamedas albinas, roza a luz fugaz la bóveda
de los cielos, y los abre con sus uñas-espadas, toma de las aguas de los mares. En siete días, suyos son los secretos de las estrellas. La luna orbita
su alcoba azul, la luna es la joya de sus pupilas que vierten nebulosas violetas. Los astros enamorados, como seres de piel regalan flores y poesía envasada en versos elípticos, y el mundo se agacha bajo sus pies
,el destino se atrae con las lenguas del amor y el corsario clandestino de las noches surca
sus anillos, en plena invasión del hombre, que pisa sus escaleras con las armas de la inmortalidad, del fuego y de las lágrimas del orbe entero.
las llaga de mi estómago se aprietan en discontinua sublevación
tarareando secretos que aguardan en el artificio de tu pupila .
Mis manos retumban en tu vientre, y sus sábanas languidecen el
viento que mece el fuego temperamental, azotando mi tímido pecho y
la trasparencia del nylon que se recorta de mis ojos.
Eres como una diosa tranquila, vestida con trapos retorcidos
en el páramo norte-sur, y una mujer repleta de perlas ahuecadas,
cóncavas y esferas perfectas que delinean tu fino contorno, tus
gruesas pestañas como espinas de rosas. Helada, tu mano que destripa
corazones y tu hueste de alamedas albinas, roza a luz fugaz la bóveda
de los cielos, y los abre con sus uñas-espadas, toma de las aguas de los mares. En siete días, suyos son los secretos de las estrellas. La luna orbita
su alcoba azul, la luna es la joya de sus pupilas que vierten nebulosas violetas. Los astros enamorados, como seres de piel regalan flores y poesía envasada en versos elípticos, y el mundo se agacha bajo sus pies
,el destino se atrae con las lenguas del amor y el corsario clandestino de las noches surca
sus anillos, en plena invasión del hombre, que pisa sus escaleras con las armas de la inmortalidad, del fuego y de las lágrimas del orbe entero.