Apocalíptico 1

Ilustración: Luis Rollo
En la Biblia cibernética hay un capitulo que trata sobre los blogs, dice así:
“Y vendrán los ángeles desde los cielos, y llevarán mantos fúnebres cubiertos de párasitos… y cada uno tomara una trompeta anunciando las plagas mortales”.
Siguiendo con la lectura y la descripción de la primera plaga encontramos:
“Tocó su trompeta el primer ángel, y desde una página web se esparció como un tumulto bacteriano el primer virus que lleva la inmunidad, Microsoft se desintegró como la seda mas delicada, formando filamentos de números parecidos a los cromosomas del ADN, se difundió por toda la red, infectando a todos los computadores que intentaban, a gran trote, desactivar la conexión a Internet… pero inútilmente, el MODEM era la placenta de un brote de virus, que alimentaba al feto con más ahínco y agresividad”.
Abandonada e inservible, la red comenzó a formarse como una gran y única célula, comiendo toda la información que se guardaba en los pasajes de cada dominio, incluso el pentágono fue adulterado, perdiendo la información y las claves de millones de armas y accesos a información preciada.
Pero sigamos revisando los versos de esta Biblia , que están muy interesantes, los invito:
“El otro ángel toco su trompeta, y un caballo de madera bajó sobre la gran célula que acomodaba su forma morfológica para recibirlo. El caballo reventó, esparciendo millones y millones de ligamentos por el alrededor de la web,, absorbiendo los últimos detalles de los pocos dominios que quedaban, los blog… y cada cuento, anécdota y aventura se deshilachaba para perderse en el agujero negro que creaba el virus, muy similar al proceso de “tejer” unos párrafos con la mente, como cuando tejemos un texto, la lana va saliendo de nuestra cabeza y cae fuera, dibujando nuestro pensamiento en los palillos, en el papel o en un documento. Y cada post, cada entrada, cada patrimonio de la humanidad, cada obra de arte plasmada en la pantalla, cada sentimiento se tornaba opaco y desabrido, desnaturalizándose por completo, perdiendo la raíz.
Y el otro ángel, craqueaba los usuarios y las contraseñas, y su trompeta no manifestaba música, sino que un triste y desgarrado lamento, que se quejaba por las noches.
El último ángel soplo, y se acabo el Internet y la red mundial…
Solo un blog se salvó… y es el que ud está leyendo.